jueves, 4 de febrero de 2010

El Migrante


Por Camilo Cocula Castillo

A veces la historia es como la de aquel chavito (a) que se fue para Estados Unidos, que trabajó y trabajó, diciendo que un día iba a regresar a México. Siempre envió puntual la remesa para sus papás, y con el tiempo alcanzó para construir una casa bien grande para cuando regresara. El chavo, después de 20 años, ya no era tan chavo. Ya tenía cuatro hijos, una pequeña fortuna en dólares que traducida al peso mexicano, ya se miraba bonita. Decidió entonces regresar para quedarse.
Pero nadie de su familia quiso acompañarlo, ninguno extrañaba a un país que nunca fue el suyo, había alguna simpatía por él, para las vacaciones era bonito, pero no para quedarse. Y entonces regresó solo. Volvió a su pueblo natal, con lágrimas en los ojos y ahogándose por el nudo en la garganta volvió a ver a sus papás y a sus hermanos, todos más viejos, más gordos. Y se sintió feliz.
Pero después de una semana descubrió que el México que tanto extrañaba, del que tanto comentaba en los foros en Internet, no era éste el que visitaba. No era en el que estaba ahora. Por alguna razón inexplicable ya no era el México de su nostalgia. Se dio cuenta con dolor que ya no pertenecía a México, que tenía que regresar al norte, en donde ahora estaba su casa, su familia, su gente, a donde ahora pertenecía……………………..
Todo mexicano que lucha por un sueño fuera de su hogar, es digno de ser admirado ya que al momento de dejar a su familia, deja todo lo que habia tenido en la vida, para formar y empezar una nueva vida de trabajo, sacrificio en varias ocasiones dolor, sufrimiento, pero con el único afán de brindarle a su familia una estabilidad economica, una vida digna.
Con cariño y respeto a todos nuestros familiares, amigos, vecinos, y aquellos seres queridos que regresan a los estados Unidos y que luchan dia a dia …… Feliz Viaje … M. L. Z

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